La dignidad de la persona humana es el fundamento inalienable de toda convivencia justa.
Desde la Rerum Novarum de León XIII hasta la Fratelli Tutti de Francisco, el Magisterio ha tejido un vínculo indisoluble entre la justicia social y la paz.
Sin embargo, en su reciente intervención durante la audiencia jubilar del 22 de noviembre, el Papa León XIV ha aportado un matiz de urgencia teológica y praxis política: la paz no es un estado de pasividad ni mera ausencia de conflicto, sino un acto moral de “tomar posición” cuando la dignidad es vulnerada.
La Paz no es Neutralidad
León XIV desmonta la tentación de una paz entendida como neutralidad aséptica. Al afirmar que “la paz es tomar posición cuando se pisotea la dignidad”, el Pontífice sitúa la defensa del ser humano por encima de la diplomacia del silencio.
Este pronunciamiento resuena con la definición clásica agustiniana de la paz como tranquillitas ordinis (la tranquilidad del orden), pero León XIV nos recuerda que no hay orden verdadero allí donde impera la injusticia.
El Papa exhorta a los fieles y a las personas de buena voluntad a “decidir de qué lado estar”. Esta interpelación no es una llamada a la polarización ideológica, sino una resonancia del Opción Preferencial por los Pobres.
En la teología de León XIV, la paz activa requiere “seguir ese fuego que Dios ha traído al mundo”, una referencia clara al fuego del Espíritu que no se conforma con el status quo de la exclusión, sino que purifica las estructuras de pecado.
El recuerdo de Dorothy Day y su lucha por la dignidad de los que sufren
Resulta significativo que León XIV haya elegido iluminar su magisterio con la figura de Dorothy Day, la activista estadounidense y Sierva de Dios.
Al evocar su conversión y su dedicación absoluta a los marginados del siglo XX, el Papa destaca que la defensa de la dignidad, no se hace desde el escritorio, sino desde la acción concreta.
Dorothy Day encarna la síntesis entre la ortodoxia doctrinal y la ortopraxis radical.
Para León XIV, ella es el ejemplo de que la justicia social no es un añadido político a la fe, sino su consecuencia necesaria.
Recordar a Dorothy Day en el contexto de un mundo fragmentado por nuevas guerras y desigualdades económicas es un recordatorio de que la caridad cristiana (el amor social) es, en última instancia, la única fuerza capaz de restaurar la dignidad lastimada.
La Justicia Social como Restauración de la Dignidad
El núcleo del mensaje de León XIV es que la dignidad humana es el locus donde se verifica la autenticidad de nuestra búsqueda de la paz.
Si, como enseña el Concilio Vaticano II en Gaudium et Spes, “el hombre es el camino de la Iglesia”, entonces cualquier sistema político o económico que instrumentalice al ser humano es, por definición, un enemigo de la paz.
El Papa advierte que cuando se ignora el sufrimiento del otro, no solo se comete una injusticia social, sino que se degrada la propia humanidad del indiferente. “Tomar posición” significa, por tanto, romper el muro de la indiferencia.
La justicia social, en este pontificado, se perfila no solo como una redistribución de bienes, sino como una redistribución de reconocimiento: reconocer en el rostro del oprimido la Imago Dei (Imagen de Dios) que exige respeto absoluto.
Conclusión
Con estas palabras, León XIV se inscribe con fuerza en la línea de sus predecesores, pero con una claridad adaptada a los desafíos del 2025.
Si Santidad León XIV, nos enseña que la verdadera paz es “combativa” en el sentido espiritual: lucha contra la deshumanización y se planta firme ante las estructuras que descartan a las personas.
La lección para la Iglesia y la sociedad es clara: no podemos proclamarnos constructores de paz si permanecemos neutrales ante la degradación humana.
La paz, nos dice León XIV, es el fruto de la valentía de defender la dignidad allí donde es más vulnerable.
- Pacem in Terris (San Juan XXIII): Sobre la paz basada en la verdad, la justicia, el amor y la libertad.
- Gaudium et Spes (Concilio Vaticano II): Sobre la dignidad de la persona humana.
- Audiencia General del Papa León XIV (Noviembre, 22 2025): Fuente primaria del artículo.
Autor: Daniel Mendive, Año 2025
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