La Iglesia Católica se alegra con la canonización de dos jóvenes extraordinarios: Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati.
Estos jóvenes, de épocas diferentes pero unidos en su amor por Cristo, representan modelos de santidad accesible y vibrante, especialmente para las nuevas generaciones.
San Juan Pablo II, patrono de la Jornada Mundial de la Juventud, enseñaba: “¡No tengan miedo de ser los santos del nuevo milenio!” (Homilía, Jornada Mundial de la Juventud, 2000).
Carlo Acutis: El Ciberapóstol de la Eucaristía
Carlo Acutis (1991-2006), nacido en Londres y criado en Italia, falleció a los 15 años por leucemia, pero dejó un legado imborrable como “el influencer de Dios”.
Desde niño, mostró una devoción eucarística profunda: asistía a Misa diaria, adoraba al Santísimo y creó un sitio web que documenta milagros eucarísticos, traducido a varios idiomas. Su frase célebre, “La Eucaristía es mi autopista al cielo” (Testimonio personal), refleja su vida centrada en Cristo.
Carlo era un joven moderno: jugaba videojuegos, usaba redes sociales y amaba la tecnología, pero todo lo orientaba a la gloria de Dios, ayudando a los pobres y defendiendo la vida desde la concepción.
Carlo fue beatificado en 2020 en Asís, su canonización en 2025 se basa en dos milagros: la curación de un niño brasileño con una malformación pancreática y la recuperación de una estudiante costarricense con traumatismo craneoencefálico.
Este joven es un modelo, pues ha demostrando que la tecnología puede ser un medio para evangelizar.
El Papa Francisco lo elogió: “Carlo nos enseña que la santidad es posible en la era digital, con un corazón centrado en Cristo” (Audiencia General, 20 de noviembre de 2024).
Pier Giorgio Frassati: El Apóstol de la Montaña y los Pobres
Pier Giorgio Frassati (1901-1925), nacido en Turín, Italia, murió a los 24 años por poliomielitis, pero su vida fue un testimonio vibrante de caridad y fe. Hijo de una familia acomodada, renunció al lujo para servir a los pobres, visitando tugurios, ayudando a enfermos y fundando círculos de oración entre jóvenes.
Apasionado por el montañismo, veía las cumbres como un símbolo de ascenso espiritual, diciendo: “Vivir sin fe es vivir por vivir” (Diario personal). Miembro de la Acción Católica y terciario dominico.
Pier Giorgio combinaba la Eucaristía diaria con obras de misericordia, llevando a sus amigos a escalar montañas mientras compartía el Evangelio.
El joven fue beatificado en 1990 por San Juan Pablo II, su canonización en 2025 reconoce su vida heroica y un milagro reciente.
Pier Giorgio, patrono de los montañeros y jóvenes, muestra que la santidad florece en la acción y el servicio.
San Juan Bosco, que inspiró a generaciones de jóvenes, diría: “La juventud santa transforma el mundo” (Memorias del Oratorio).
Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati: semejanzas y Rasgos Propios
Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati comparten rasgos que los convierten en faros para los jóvenes.
Ambos vivieron una fe eucarística intensa, asistiendo a Misa diaria y encontrando en la Eucaristía la fuerza para su misión. Su amor por los pobres los llevó a practicar la caridad con generosidad, rechazando el egoísmo.
Carlo y Pier Giorfio murieron jóvenes, ofreciendo sus sufrimientos por la salvación de otros, y ambos fueron activos en la evangelización: Carlo a través de la tecnología, Pier Giorgio mediante la acción social y el apostolado directo.
El compromiso de estos jóvenes con la Iglesia, los une como testigos de una fe viva.
Por un lado Carlo es el santo de la era digital, un “ciberapóstol” que usó internet para difundir la fe, ideal para un mundo conectado por redes sociales.
En tanto que Pier Giorgio, es el santo de la acción física, un montañista que unía deporte y caridad, simbolizando vitalidad espiritual y corporal.
Carlo centraba su espiritualidad en la Eucaristía como “autopista al cielo”; Pier Giorgio vivía “verso l’alto” (hacia lo alto), buscando a Dios en las alturas y en los necesitados.
Ambos jóvenes, demuestran que la santidad es diversa pero universal, accesible para el “nerd” tecnológico o el aventurero de la montaña con compromiso social.
Significado para la Iglesia Católica de estas canonizaciones
La canonización de Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati, es un signo profético para la Iglesia Católica.
En un mundo donde los jóvenes enfrentan secularización, relativismo y distracciones digitales, estos santos muestran que la santidad es posible en la juventud.
Carlo, el primer santo millennial, prueba que la fe puede integrarse con la tecnología; Pier Giorgio, del siglo XX, demuestra que la acción social y la oración son inseparables.
El Papa Francisco señalaba: “Los jóvenes son el futuro de la Iglesia; su santidad renueva el mundo” (Homilía, Jornada Mundial de la Juventud, 2023).
Incorporar jóvenes al santoral católico, envía un mensaje poderoso: la Iglesia valora la energía y creatividad de la juventud, invitándolos a ser santos “de la puerta de al lado”.
Estos jóvenes santos inspiran a los jóvenes a usar sus talentos –digitales, deportivos o sociales– para Cristo, fomentando vocaciones sacerdotales, religiosas y laicales.
Además, desafían a los mayores a apoyar a la juventud en su camino de fe.
San Juan Pablo II insistía: “Jóvenes, sean santos; el mundo necesita su testimonio” (Homilía, JMJ, 2000).
La canonización de Carlo y Pier Giorgio, es un faro de esperanza, llamando a todos a vivir con audacia para Dios.
Un Llamado a la Santidad Juvenil
Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati nos enseñan que la santidad es una aventura de amor a Dios y al prójimo, accesible a cualquier edad.
Que la intercesión de estos jovenes santos nos guíe a todos hacia Cristo y que su vida inspire a otros jóvenes a vivir la Eucaristía, servir a los pobres y usar sus dones para evangelizar.
